Luego de la
reunión con Corrales y Perez Dominguez, donde se nos presentaba como un “gran
gesto” una reunión entre nuestro
Secretario General de ATE y Pablo Navarro, decidimos en asamblea y por unanimidad llamar
a paro y movilización para el 17 de septiembre. Fueron varias las
intervenciones rescatando la necesidad
de garantizar la máxima representatividad en esas reuniones, proponiendo que
junto al dirigente Oscar de Isasi, pudieran estar representantes de las
seccionales, trabajadorxs del propio
sector y compañerxs elegidos en asambleas de base. La respuesta de los
dirigentes fue que era una “cuestión de métodos”; “que no podíamos discutirlo
allí y que debíamos confiar en lo que nuestro dirigente máximo pudiera discutir
en dicha reunión”. Nuestra posición y lo
demuestra la historia de las paritarias en los últimos años, es que sólo
condicionamos a nuestra patronal cuando arrancamos y sostenemos las
negociaciones en los marcos de la presión masiva de lxs trabajadorxs. Convencidos de
esto es que proponemos la
elección de paritarios de base y en los casos de reuniones con funcionarios,
que estos deban mirarle la cara a la mayor cantidad de compañerxs. No es un
problema de confianza, sino de fuerza, legitimidad y democracia sindical.
Son las
experiencias del clasismo, que de pico reivindican estos dirigentes, las que
están reñidas con ciertas metodologías que aplican una y otra vez los
dirigentes con vicios burocráticos. Esto se grafica en LEVANTAR LA MEDIDA DE
FUERZA APROBADA POR UNANIMIDAD EN ASAMBLEA, con el pretexto que se “logró una
mesa técnica” para el próximo viernes 19/09.
A dicha mesa
técnica no convocan a lxs delegadxs y compañerxs que a lo largo de estos meses
hemos apuntalado estos reclamos y otros, con tenacidad, perseverancia y mucho
protagonismo de lxs propios trabajadorxs que conviven con la problemática en
los institutos, casas de abrigo, servicios
zonales, centros de contención y referencia.
Para vencer, nosotros confiamos en la fuerza y la potencialidad de los
mandatos de asambleas, que deben ser respetados a rajatabla. Que ningún
dirigente pueda atropellar la decisión de llegar con firmeza cualquier instancia de negociación