El
pasado 15/02, los trabajadores del CREU de Menores de Lomas de Zamora, que
vienen resistiendo los intentos de traslados compulsivos ordenados por la
Gobernadora VIDAL y PILAR MOLINA,
concurrieron al Organismo de Niñez en La Plata luego de haber sido citados por
las autoridades para ser notificados de lo que sería una intimación a
presentarse en los dispositivos a los que fueron destinados. Recordemos que
este ataque de la funcionaria de VIDAL ha desnudado dos claros objetivos: el de
desarticular la organización que se dan los trabajadores en ese lugar, que
denuncian sistemáticamente las condiciones de trabajo y las de internación de
los pibes y el de encaminar una transformación de los institutos en penales
como los de adultos, vaciando de trabajadores y recursos y promoviendo las
lógicas de la “tumba”.
Bajo
una intimación con amenaza de cese “sin sustanciar sumario alguno”, el gobierno
citó a los trabajadores a presentarse en el Organismo que, además, se
encontraba totalmente militarizado en la puerta y por sobre todo en el
interior, con presencia de la infantería que escoltaba hasta las oficinas a
cualquier trabajador que les resultara “sospechoso”, según comentaron otros
trabajadores que ingresaron por otros trámites.
Las
provocaciones continuaron, luego impidiendo el ingreso de los citados
normalmente, intentando imponerles condiciones humillantes y en total soledad, sin
el acompañamiento de la abogada y dirigentes del gremio (que además habían sido
citados también) escoltados por la infantería, situación que naturalmente fue
rechazada por los trabajadores y el gremio. El momento de mayor tensión se
produjo cuando la infantería agredió al Sec. Gral. de ATE Alte. Brown-Pte.
Perón que se encontraba en el edificio.
A
partir de ahí es que la presión de los trabajadores y trabajadoras se fue
incrementando sosteniéndose por varias horas. Paralelamente, De Isasi
denunciaba la situación en la Fiscalía General de Estado y comenzaban los
llamados a Pilar Molina para que cesen los tratos represivos, atiendan a los
trabajadores que ellos mismos habían citado y garantizaran una reunión con
funcionarios que generaran una salida al conflicto.
Desde
esta manera y luego de varias horas de presión, cánticos y mucho aguante, Pilar
Molina ofreció ese impasse de una semana y una reunión con ella misma, que los
trabajadores, en asamblea, decidieron aceptar.
